Algunas familias cuando llegan las vacaciones acostumbran a veranear juntos.
Con la convivencia es normal que surjan pequeños conflictos. ¿Qué se puede hacer para evitarlos?
En primer lugar es muy importante dialogar antes del viaje, qué es lo que quiere hacer cada uno, los aspectos relacionados con la logística (la compra, la comida, la limpieza…).
Cuando ya se está en el lugar elegido para las vacaciones, sobre la marcha irán surgiendo pequeñas discrepancias, que se solucionarán dialogando, no callando y aguantando. El hablar las cosas permite negociar, unas veces cenden unos y otras, otros.
Otro factor a tener en cuenta es: no es necesario hacer todo juntos. Parece que se obligatorio hacer actividades en lote. No pasa nada porque unas personas se echen la siesta, mientras otras están tomando un helado en la plaza, por ejemplo.
Además no hay que olvidar meter en la maleta la Tolerancia… y dejar en casa los rencores.
En este vídeo se puede ver mi intervención en el programa Sin Ir Más Lejos de Aragón TV, en el que se trata este tema.
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