Trastornos de los Hábitos

En el desarrollo infantil puede haber alguna función que no evoluciona de forma adecuada, o incluso que se produce alguna regresión a etapas ya superadas. Si la causa principal es el retraso de la maduración neurológica estamos hablando de Trastornos del Desarrollo. Si la causa es el proceso de aprendizaje, hablamos de Trastornos de los Hábitos.

Los Trastornos de los Hábitos más habituales en la infancia son:

  1. Trastorno del Control de los Esfínteres
    • Eneuresis: El control de la orina, se lleva a cabo entre los 2 años y medio y los 5 años, considerándolo patológico sino hay control a partir de los 6 años. Es más frecuente la incontinencia urinaria nocturna que la diurna, pero también se da.
      Puede ser: Primaria: cuando el niño de más de 5 años nunca ha controlado el esfínter vesical.
      Secundaria: cuando el niño tras un periodo de control del esfínter vesical vuelve a tener un descontrol del mismo.
    • Encopresis: Descontrol del esfínter anal. Suele controlarse a los 3 años, con lo que se considera patológico si la incontinencia va mas allá de los 4 años. Puede ser Primaria si nunca ha controlado el esfínter anal, o Secundaria si hubo un control y ahora deja de controlarlo.
  2. Trastornos de la Alimentación
    • Rechazo de la comida: suela ocurrir porque se obliga a comer al niño y se empeña uno tanto en que el niño coma, que este para fastidiar a sus padres, no quiere comer. Es frecuente que los padres necesiten tratamiento psicológico.
    • Caprichos y fobias a los alimentos: los caprichos suelen acompañar al rechazo de la comida. Son niños bien alimentados que comen solo lo que les gusta, son selectivos con su dieta. Si se deja que los niños sean los que deciden, su alimentación no será la adecuada y podríamos tener problemas de salud.
  3. Onicofagia: morderse las uñas.
  4. Trastornos del Sueño: hay niños que no han aprendido el hábito de dormir, y cada noche es una pelea, o se duermen de puro cansancio en el sofá o viendo la tele, o duermen con los padres… Para rendir cada día, es condición indispensable un buen descanso nocturno. El hábito de dormir se aprende.

El tratamiento es mediante Terapia de Modificación de Conducta.

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